La piel del contorno de los ojos es mucho más fina y delicada que la del resto de nuestro cuerpo. Cuenta con niveles bajos de colágeno y elastina, así como un menor número de glándulas sebáceas y sudoríparas, lo que favorece que sea una zona con un mayor riesgo de deshidratación.Además, es una zona frágil y sensible, lo que la predispone a su vez, a la aparición de los primeros signos del envejecimiento como ojeras, bolsas y arrugas , siendo a su vez los signos que más nos preocupan Todo esto hace que sea la zona del rostro que delata de forma más evidente el inevitable paso del tiempo, el estrés, una dieta inadecuada o la falta de sueño.Estos signos serán más visibles cuanto más deshidratada y frágil se encuentre la piel, por ello es importante cuidar la zona con productos o tratamientos médicos específicos, además de seguir un correcto estilo de vida, que incluya un buen descanso, ingesta correcta de agua, seguir una dieta equilibrada y abandonar el tabaco.
¿Qué podemos hacer para tratar el contorno de ojos?
El cuidado de la piel periocular o del contorno de ojos debe ser una prioridad si queremos mantener una mirada descansada y joven. De ahí la importancia de utilizar cosméticos específicos en la rutina facial de día y de noche, y combinarlo con tratamientos médicos y aparatología. Para lograr nuestro objetivo de cuidar el contorno de los ojos, nos centraremos en los siguientes aspectos:- Mejorar la calidad de la piel. Si aumentamos el grosor y realizamos tratamientos que favorezcan la formación de colágeno, las pequeñas arruguitas y el color mejorarán. Con este fin, emplearemos la mesoterapia con plasma rico en plaquetas y el láser CO2.
- Disminuir la laxitud y aumentar la firmeza de la piel, reduciendo las bolsas. La radiofrecuencia, los láseres fraccionados no ablativos y el CO2 serán muy eficaces en este sentido.
- Mejorar la expresión de la mirada y eliminar las arruguitas de las “patas de gallo”. La toxina botulínica es el mejor tratamiento para reducir las arrugas en la zona externa del ojo mejorando también su apertura. Con la inyección de pequeñas dosis de toxina en el músculo orbicular, conseguiremos una mirada más fresca, vivaz y descansada.
- Tratamiento de la ojera. En las ojeras hundidas el ácido hialurónico es un gran aliado pues rellenado el surco de la lagrima, mejoraremos el aspecto de la mirada . Además, el color azulado remite al mejorar el soporte cutáneo de toda la zona. Para ojeras marrones los láseres de pigmento pueden ejercer un ligero efecto aclarante.
- Tratamiento de las bolsas. Cuando se deben a retención de líquidos o laxitud de la zona, lo mejor es emplear técnicas de tensado como la radiofrecuencia o los ultrasonidos focalizados. En el caso de que exista protrusión grasa, lo mejor es extirparla mediante una sencilla cirugía con abordaje intrapalpebral. Además, los cosméticos con ingredientes drenantes son de gran ayuda.