¿Cuáles son los signos visibles del envejecimiento cutáneo?
Queremos hacer un recorrido por los tres signos visibles del envejecimiento cutáneo: las arrugas, la flacidez y el contorno de ojos.
Las arrugas
Este es un factor que indica que nos hacemos mayores, que nos reímos mucho o que nos encanta fruncir el ceño.
Existen varios factores que motivan la aparición de las arrugas de expresión, el más importante es el envejecimiento cutáneo, aunque existen otros factores que las agravan como la excesiva exposición a los rayos solares, los malos hábitos alimenticios, fumar, el consumo excesivo de alcohol, etc.
Las arrugas forman parte del proceso natural de envejecimiento. La piel sufre cambios con la edad como consecuencia de que el proceso regenerativo de las células se ralentiza y existe un menor recambio de los componentes (colágeno, elastina, etc.) de la capa interior de la piel (dermis), lo que hace que se haga más fina, provocando así la aparición de surcos y depresiones.
La flacidez
Al igual que las arrugas, la flacidez tiene su origen en el proceso de envejecimiento y se puede acelerar por culpa de otros factores como los radicales libres causados por la radiación solar. La flacidez en el rostro aparece cuando el colágeno y la elastina (fibras que sujetan la piel) dejan de hacer de manera correcta su función. En otras palabras, el proceso de destrucción de estas fibras supera al de la regeneración. Lógicamente, el paso de los años también hace que se pierda grasa subcutánea, siendo más palpable en el rostro.
En consecuencia, se observa un hundimiento de los rasgos y del contorno facial.
Contorno de ojos
La piel alrededor de los ojos es la más frágil y sensible de toda la cara y es, además, la más fina del cuerpo. A nivel dérmico, se caracteriza por una dotación mucho más baja de fibras de colágeno y elastina. Todo esto la convierte en una zona altamente potencial a sufrir cambios visibles, es por ello por lo que requiere extremar los cuidados.
Los tres signos de envejecimiento cutáneo más comunes son:
- Las “patas de gallo” que se producen por el repetido efecto de la contracción muscular que se produce en el parpadeo. Además, como el resto de la cara, está expuesta a las agresiones solares en mayor medida que la piel del cuerpo.
- Las ojeras, coloración (o pigmentación) excesiva de la piel debida a una producción exclusiva de melanina o por dilatación de los capilares de la zona. También pueden aparecer por cansancio, pero, en algunos casos, aunque se duerman 8 horas al día siguen estando presentes.
- Las bolsas, las causas más comunes son: falta de sueño, retención de líquidos, beber demasiada agua antes de dormir, la genética o la edad. Cuando el drenaje de la zona es pobre, estos factores favorecen la acumulación de agua o grasa y por tanto la aparición de bolsas.
Para combatir todos estos signos, es recomendable el uso de tratamientos cosméticos de amplio aval científico, con acción renovadora, regeneradora y tensora, que favorezcan la reducción y prevención de los efectos del envejecimiento.