La llegada del verano trae consigo el buen tiempo, la playa y el sol, siendo la época del año en donde más alta es la exposición a los rayos solares y con ello la aparición de lunares.La exposición solar incide especialmente en aquellas zonas de la piel con lunares, por ello es esencial extremar la precaución antes de salir al exterior.
¿Qué son los lunares?
Los lunares o nevus son tumores benignos resultantes del acúmulo de melanocitos que son las células que le dan color a nuestra piel. Aunque todos tenemos lunares, hay personas con predisposición a tener un mayor número, normalmente por cuestiones genéticas.Los lunares aparecen a cualquier edad, pero la mayoría lo hace antes de los 20 años y pueden mostrarse en cualquier punto de nuestra piel, solos o agrupados. Por lo general, tienen una pigmentación más oscura que el tono natural de la piel, por ello, son fáciles de localizar.Aparecen en el cuerpo debido a que se produce una superproducción de melanina, lo cual no es perjudicial, a menos que cambie de color, de forma, provoque picor, sangre o se haga voluminoso, aunque pueden sufrir cambios de manera natural debido a la exposición solar, durante la pubertad y el embarazo.Los lunares no son hereditarios, pero sí lo es el tipo de piel con mayor predisposición a que aparezcan.¿Cuándo un lunar puede ser peligroso?
Las personas no deben preocuparse por tener lunares, pero es recomendable controlarlos y observar posibles cambios.Achicar, crecer, aumentar en número y pigmentación. Son habituales estos cambios, pero siempre es conveniente acudir al dermatólogo si los observamos ya que en ocasiones puede causarnos graves problemas. La exposición solar en exceso y las quemaduras causadas por el sol, pueden provocar que los lunares se transformen en melanomas.Es recomendable seguir estas pautas para identificar cuanto antes si un lunar pudiera ser maligno:- Asimetría: Se recomienda estar atento a los ángulos asimétricos del lunar.
- Bordes: Estaremos atentos a la aparición de bordes irregulares.
- Color: Suelen ser malos lo lunares que presentan varias tonalidades como marrón, rojizo o negro.
- Diámetro: Si el lunar tiene más de 6 mm de diámetro, habría que vigilarlo.
- Si se inflama y cambia de textura puede ser peligroso.
- Si el lunar pica, duele o sangra, se recomienda acudir al especialista.