¿Por qué nos bronceamos?
A lo largo de la historia, las modas relacionadas con el bronceado han ido cambiando de forma gradual. El atractivo moreno que mucha gente persigue hoy en día no ha tenido tantos partidarios en el pasado. ¿Por qué hemos cambiado de mentalidad entonces?
Hasta principios del siglo XX, la piel morena era propia de las clases sociales trabajadoras que pasaban horas al aire libre. El trabajo en el campo, en la construcción, los mercados, etc. se consideraba impropio de las clases más altas. Por ello, evitaban exponerse al sol, ocultándose bajo sombrillas y sombreros, y llegaban a utilizar productos blanqueadores. Durante un tiempo, incluso utilizaron sustancias con plomo, lo que muchas veces provocaba graves enfermedades cutáneas.
En los años 1920, las costumbres cambiaron drásticamente. Coco Chanel decidió presentarse en público con la piel bronceada y rápidamente se puso de moda lucir un tono dorado. ¿Por qué? A diferencia del pasado, en ese momento se empezó a asociar el moreno a las horas de sol en la playa. Además, esa imagen mostraba a una mujer independiente y activa en la sociedad. Esta moda se ha mantenido con pocas variaciones hasta ahora.
Sin embargo, esta moda no es igual en todos los países. ¿Sabías que en China y el sudeste asiático se prefiere la piel blanca? Las razones son similares a las que imperaban en Europa hasta hace menos de 100 años, pero los métodos son mucho menos agresivos: cazadoras con guantes, máscaras e incluso una especie de pasamontañas de nylon para la playa. Y todo ello combinado con el uso de fotoprotectores de SPF alto para evitar la incidencia de las radiaciones solares.
Sean cuales sean tus gustos o necesidades, recuerda que la fotoprotección es fundamental, no sólo por las modas, sino por los efectos negativos de las radiaciones solares. Ten en cuenta que el fotoprotector no impide ponerse moreno, sino que permite conseguirlo de forma gradual y saludable. Y si quieres potenciar el bronceado, hay productos que te ayudarán a lograrlo. No podemos olvidar que las tendencias las creamos entre todos. ¿Qué mejor que seguir aquellas que benefician a nuestra salud?