La vitamina del sol
Como ya os contábamos en una entrada del blog hace unos días, el sol tiene numerosas propiedades beneficiosas que nuestro organismo aprovecha siempre que pasamos tiempo al aire libre. Una de ellas es la síntesis de la vitamina D, también conocida como la vitamina del sol.
La vitamina D no sólo es beneficiosa para nosotros… ¡es fundamental! Entre otras, su función en nuestro organismo es regular los niveles de calcio y fósforo en la sangre. ¿Qué efectos tiene su carencia entonces? Se sabe que una deficiencia de esta vitamina en la dieta puede provocar enfermedades como el raquitismo y la osteomalacia, e incluso la osteoporosis. Además, investigaciones recientes sugieren que también está relacionada con el aumento de la capacidad inmunológica del organismo y la mortalidad, en especial en personas con problemas cardiovasculares.
La presencia de la vitamina D en nuestro organismo puede proceder de determinados alimentos, como los lácteos y la yema de huevo. ¡Y también de los rayos del sol! Las radiaciones solares permiten que nuestro organismo sintetice esta vitamina, por lo que se convierten en un aliado fundamental para nuestra salud. Hasta hace no tanto tiempo, los países nórdicos, con menos horas de sol a lo largo del año, contaban con un mayor número de casos de raquitismo. Por ello, la dieta resulta fundamental en estas poblaciones.
En nuestro país, además de contar con una dieta muy variada y saludable, también disfrutamos de muchas horas de luz solar. Sin embargo, los nuevos hábitos pueden deteriorar nuestra salud. Por ello, se recomienda realizar actividades al aire libre: bastan 15 minutos al sol al día para sintetizar la cantidad recomendada de vitamina D.
Eso sí, esto no puede significar exponerse a las radiaciones UV sin ningún tipo de protección. El fotoprotector nos permite evitar los efectos más perjudiciales de los rayos del sol y disfrutar de todos sus beneficios. Razones no faltan para disfrutar de la vida al sol… ¡Que no te falten ganas!