El sistema inmune es un conjunto de células y moléculas, estrechamente relacionados entre sí, cuya misión fundamental es mantener la integridad del organismo. Aunque se distinguen algunos órganos del sistema inmune, como los ganglios linfáticos o el bazo, sus componentes se caracterizan por estar en permanente circulación a través de la sangre y los tejidos. De esta manera, “vigilan” la presencia de elementos extraños en todo el organismo, los reconocen y finalmente los eliminan.
¿Cuáles son los componentes del sistema inmune y sus funciones?
Es difícil delimitar los elementos del sistema inmune, pero podemos clasificarlos en dos grandes grupos:- Los que forman parte de la inmunidad innata o natural:
- Los que constituyen la inmunidad adaptativa o adquirida:
¿Cuáles son las principales alteraciones del sistema inmune?
La respuesta efectora del sistema inmune es necesaria para la eliminación de gérmenes y células tumorales, pero esta “batalla inflamatoria” también conlleva lesiones colaterales en tejidos normales. Por otra parte, la capacidad de reconocimiento puede estar alterada, de manera que estructuras propias pueden ser identificadas como extrañas y desencadenarse una respuesta contra ellas, destruyendo células normales.Por tanto, de una forma simplificada se pueden distinguir las siguientes alteraciones:- Inmunodeficiencias: pueden ser primarias (hereditarias) o secundarias (adquiridas)
- Fenómenos inmuno-inflamatorios “descontrolados”: donde la propia inflamación, más que el germen que la provoca, es la causa de la enfermedad.
- Autoinmunidad: cuyo trastorno reside en “confundir” moléculas propias como extrañas.
¿Puede la respuesta del sistema inmune prevenir o curar enfermedades?
La contestación a esta pregunta es claramente sí. No obstante, nuestra capacidad de modificar o modular la respuesta inmune es aún limitada y poco precisa. Por ahora, lo más efectivo es la sustitución de elementos efectores en algunas inmunodeficiencias, como la infusión de inmunoglobulinas (anticuerpos) y la prevención de enfermedades infecciosas, mediante el uso de vacunas. En cuanto a las enfermedades mediadas por el propio sistema inmune, se utilizan inmunosupresores o inmunomoduladores, entre los cuales los corticoides son los más conocidos desde hace muchos años. Recientemente se han incorporado nuevos fármacos más selectivos, que forman parte de los denominados agentes biológicos, que actúan modificando más selectivamente la respuesta inmunoinflamatoria.La inmunoterapia es uno de los campos más prometedores en la prevención, control y tratamiento de un gran espectro de enfermedades, que incluyen procesos infecciosos, tumorales, autoinmunes, inmunoinflamatorios, e incluso procesos cardiovasculares.La función fundamental del sistema inmune es la protección frente a infecciones y tumores. Sin embargo, una respuesta excesiva o inadecuada del sistema inmune puede ser la principal causa de determinadas enfermedades, como las denominadas autoinmunes. La posibilidad de modular o reprogramar la respuesta inmune, mediante diferentes intervenciones terapéuticas, abre grandes expectativas futuras de tratamiento en un gran espectro de enfermedades.
Dr. Luis Manzano Espinosa
luis.manzano@cantabrialabs.es