¿Conocemos el sol de otoño e invierno? por la Dra. Montse Pérez
Hoy, la Dra. Montse Pérez nos habla de la radiación solar y como nos afecta durante el otoño e invierno.
La Dra. Montse Pérez fue Adjunta en el Servicio de Dermatología del Hospital de Sant Pau de Barcelona hasta 2008. El pasado año recibió el XXVI Premio Nacional de Cultura Viva en Medicina y Biología y en 2015, el premio a la excelencia profesional por el COMB en Cooperacion Internacional y gestión.
Llega el frío y… ¡nos olvidamos de nuestro fotoprotector?
Los rayos solares, aunque no nos proporcionan la misma sensación de calor que en verano, penetran igualmente nuestra piel
Hay evidencias científicas de que la cantidad de luz influye en la vida y el estado de ánimo de muchas personas y algunas sienten, que durante los meses de otoño e invierno, entran en una especie de estado de letargo caracterizado por somnolencia, dificultad para concentrarse, bajo estado de ánimo. De todos ya es bien conocido los efectos terapéuticos del sol sobre nuestro organismo: síntesis de vitamina D, producción de cortisol, niveles de serotonina, efectos antiinflamatorios, es vasodilatador, etc.
En invierno el sol está más cerca de la tierra, más cerca de nosotros; lo que varía e importa es el ángulo de inclinación de la tierra con respecto al sol y por consiguiente sobre nuestra piel. En primavera y otoño el eje permanece casi recto y se va inclinando para acercarse o alejarse del sol conforme llega el verano o el invierno.
La Radiación Ultravioleta, responsable de las quemaduras solares, tienen una mayor incidencia en verano; los UVA están presentes todo el año y son los responsables de las manchas, arrugas, cáncer cutáneo; la luz visible responsable como los UVA del fotoenvejecimiento y los IFR responsables del daño en el ADN celular y la síntesis de colágeno.
Durante el invierno es poco probable que haya una quemadura, pero sí se acumula daño por la exposición crónica.
Todos los deportes que practiquemos al aire libre, en esta época del año requieren una protección solar. Especialmente dañina para la piel es la nieve que refleja un 80% de los rayos solares. Así que, no olvidemos nuestro fotoprotector y recordemos que nuestra piel nos ha de acompañar toda la vida!