¿Cómo reforzar al sistema inmune?
El sistema inmune juega un papel fundamental en la prevención de posibles trastornos. Si la respuesta inmunitaria es eficiente, el organismo queda protegido. Sin embargo, cuando se desequilibra disminuye su capacidad de detectar y eliminar a tiempo los agentes patógenos. Como consecuencia, se verá limitado para combatir las infecciones.
Cómo reforzar el sistema inmune
Hay varios factores que pueden alterar el normal funcionamiento del sistema inmune. Entre ellos, la contaminación, la acumulación de toxinas debido al consumo de tabaco o de alcohol, el estrés, una dieta inadecuada o la falta de sueño.
Por ello, es importante mejorar las defensas para mantener la salud. Estas son algunas de las pautas que conviene seguir.
Alimentarse de forma saludable
Una dieta variada que proporcione al cuerpo todos los nutrientes que necesita (hidratos de carbono, proteínas, minerales, vitaminas, etc.) garantiza un mejor equilibrio del organismo. Entre los aliados más eficaces del sistema inmune se encuentran:
- Vitamina A: contribuye a mantener las defensas contra las infecciones. Se encuentra en alimentos como los huevos, lácteos o hígado.
- Vitamina E: estimula el sistema inmunitario y previene la oxidación de la vitamina A en el intestino. Los frutos secos, el aguacate y las hortalizas de hoja verde como las espinacas, son algunas fuentes de esta vitamina.
- Hierro: es fundamental para el desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario. Su carencia puede afectar notablemente la respuesta del organismo ante los agentes infecciosos. Entre los alimentos ricos en hierro están las carnes, los pescados, los mariscos, las verduras de hoja verde y las legumbres.
- Selenio: es un mineral esencial para la salud inmunitaria que se encuentra en las carnes rojas, los huevos, los cereales integrales y los mariscos, entre otros.
Cuando el sistema inmune se desequilibra disminuye su capacidad de detectar y eliminar a tiempo los agentes patógenos.
Mantenerse en forma
Hacer ejercicio es una de las maneras más efectivas de estimular el sistema inmunológico. El deporte hace que los anticuerpos y los glóbulos blancos del cuerpo circulen a mayor velocidad, por lo que pueden detectar cualquier trastorno más rápidamente. Actividades físicas moderadas como la natación, andar en bicicleta o correr son muy beneficiosas. La clave está en adaptar estos deportes a las necesidades de cada persona y practicarlos con frecuencia.
Dormir bien
Durante el sueño el sistema inmunitario se regenera y fortalece, llevando a cabo las funciones necesarias para mantener su equilibrio. Tener problemas para dormir puede afectar a la producción de anticuerpos, lo que debilitaría las defensas del cuerpo.
Para conseguir disfrutar de un sueño reparador conviene tener en cuenta estos consejos:
- Evitar el consumo de bebidas con cafeína y alcohol por la noche.
- Hacer cenas ligeras a una hora temprana.
- Mantener un horario estable tanto para levantarse como para acostarse.
- Pernoctar en una habitación bien ventilada, oscura y con una temperatura agradable.
- Realizar alguna rutina relajante antes de dormir: leer, escuchar música suave…
- Evitar las pantallas (televisión, móvil…) al menos una hora antes de ir a dormir.
Un estilo de vida saludable es importante para mantener la integridad del sistema inmune y prevenir posibles enfermedades.
Vacunarse
Las vacunas son muy efectivas a la hora de prevenir enfermedades ya que ayudan a desarrollar una respuesta inmune protectora, sin desarrollar la patología. Cuando el organismo recibe una vacuna, la respuesta inmunitaria se activa. De esta forma, le ayuda a combatir y recordar al patógeno para atacarlo si se introdujera en el organismo.
Reducir el estrés
El estrés juega un papel negativo en la salud de sistema inmune ya que puede reducir su capacidad para combatir los agentes patógenos al disminuir la producción de linfocitos. Como consecuencia, la persona puede tener una mayor propensión a las infecciones. Por este motivo, saber relajarse con técnicas y prácticas como meditación, yoga o pilates puede ayudar a rebajar los niveles de estrés con consecuencias positivas para la salud.