¿Cómo mantener una piel luminosa?
Mantener la piel luminosa es posible si se sigue una rutina de hábitos saludables y cuidados de la piel. En dicha rutina hay que incidir en la limpieza facial, la hidratación de la piel, el uso de productos con antioxidantes avanzados que actúen en sinergia y la protección frente a la contaminación y la radiación solar.
La población global piensa que la vida moderna, en la que predomina la polución, la tecnología y los agentes químicos, está dañando a su piel. No les falta razón. Por ejemplo, la acción de los agentes contaminantes, como las emisiones de los vehículos o el humo del tabaco, produce alteraciones en la producción de colágeno y melanina, dando lugar a falta de luminosidad y otros signos del envejecimiento
Limpieza facial
Es el primer pasoara conseguir una piel luminosa. Conviene utilizar productos que respeten el pH de la piel y que no contengan elementos que puedan irritarla (colorantes, perfume, alcohol…). La limpieza facial debe realizarse dos veces al día. Por la mañana, nada más levantarse, para eliminar el exceso de sebo secretado durante la noche y las células muertas. Por la noche, antes de acostarse, para retirar los restos de partículas contaminantes y el maquillaje y restaurar la barrera cutánea. Esta rutina debe hacerse siempre teniendo en cuenta las necesidades de cada tipo de piel.
Piel grasa
Conviene limpiarla de forma suave, sin frotar excesivamente, para evitar que la piel reaccione produciendo un exceso de sebo. Es recomendable que los productos que se utilicen cuenten con activos hidratantes que ayuden a eliminar las impurezas y a regular la grasa, pero sin secar la piel.
Piel mixta
Se caracteriza por ser más grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla) y más seca en las mejillas. Por lo tanto, es conveniente usar un producto limpiador específico y aplicarlo dando pequeños masajes suaves y circulares en las zonas con mayor producción de sebo. Si al acabar hay que aclarar la piel con agua, es preferible que sea fría o tibia ya que el agua caliente puede resecar.
Piel seca
Suele generar sensación de tirantez y presentar zonas ásperas y enrojecimientos debido a la falta de agua y lípidos. La limpieza de este tipo de piel debe realizarse con soluciones suaves que tengan texturas nutritivas. Nunca hay que utilizar productos astringentes o lociones que contengan alcohol ya que resultan agresivos para la barrera de hidratación cutánea.
Hidratación de la piel
La hidratación es vital para mantener una piel luminosa. Sin embargo, factores como la contaminación, la temperatura exterior (tanto el exceso de calor como de frío) o el estrés, hacen que aumente la pérdida de agua transepidérmica. Por este motivo, conviene usar cremas hidratantes formuladas según el tipo de piel, y aplicarlas tanto por la mañana como por la noche.
Las mascarillas hidratantes son un buen complemento a esta rutina. No deben utilizarse todos los días ya que contienen fórmulas concentradas en cantidades más altas. Por lo tanto, con aplicarlas una vez por semana es más que suficiente. Al igual que ocurre con las cremas, las mascarillas deben elegirse según el tipo de piel que se tenga.
Antioxidantes
Para tener una piel luminosa es importante utilizaruenos productos dermatológicos, que contengan antioxidantesara neutralizar la acción de los radicales libres y llevar un estilo de vida saludable.
El cuerpo utiliza antioxidantes para combatir los daños que producen los radicales libres. Sin embargo, cuando hay un exceso de radicales libres, estos empiezan a afectar a las proteínas, a las membranas celulares y al ADN en un proceso que se conoce como estrés oxidativo.
¿Cuáles son los factores que producen el estrés oxidativo?
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- El sol: exponerse a la radiación solar sin la protección adecuada es un factor principal que produce un exceso de radicales libres. Su acción produce fotoenvejecimiento (envejecimiento prematuro causado por la acción del sol) e hiperpigmentación (manchas en la piel).
- La contaminación: las emisiones de los vehículos, los metales pesados, el humo del tabaco, etc. son factores ambientales que agreden a la piel. Su acción deteriora la barrera cutánea y provoca arrugas, pérdida de elasticidad y firmeza, manchas y falta de luminosidad.
- La dieta: una dieta poco saludable, en la que predominen los alimentos procesados, fritos o muy grasos y el alcohol, facilitará la aparición de radicales libres.
Para combatir estos factores, hay que incidir en la limpieza diaria, la hidratación y hay que usar productos que contengan ingredientes antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E o el ácido ferúlico. Estos componentes, cuando actúan conjuntamente, potencian sus efectos. Por ejemplo, el ácido ferúlico, en sinergia con la vitamina C, aumenta su actividad antioxidante y fotoprotectora. En cuanto a la exposición solar es necesario utilizar siempre un protector de, al menos, SPF 50 y reaplicarlo con la frecuencia adecuada.
Llevar una vida saludable es importante para tener una piel luminosa y evitar el estrés oxidativo. Para ello, es necesario seguir una dieta rica en antioxidantes (verduras, legumbres, pescado azul, etc…), hacer ejercicio, evitar el tabaco, reducir la ingesta de alcohol y dormir las horas que sean necesarias.
De esta forma, si se siguen estos cuidados, resultará mucho más fácil tener una piel luminosa durante más tiempo.