¿Cómo cuidar la piel para prevenir los signos del envejecimiento?
El envejecimiento cutáneo es un proceso natural que hace que el metabolismo de las células dérmicas sea cada vez más lento, lo que influye en la velocidad de la síntesis de colágeno. Estos factores hacen que la firmeza y la elasticidad cutánea se vean reducidas y la piel presente una mayor tendencia a las arrugas.
Es cierto que algunas de las causas del envejecimiento de la piel son inevitables ya que la edad biológica determina sus cambios estructurales y la eficiencia de las funciones celulares. Sin embargo, este proceso se puede ralentizar gracias a la prevención, los hábitos de vida saludables y los cuidados específicos. Estos son los signos a los que hay que prestar más atención para tratar el envejecimiento cutáneo y dar con la solución adecuada a cada problema.
Arrugas profundas y pérdida de densidad
Las primeras líneas de expresión aparecen en el rostro, alrededor de los treinta años. Estas se reconocen con facilidad. Se trata de pequeños surcos en la capa superior de la piel, provocados por los gestos faciales y una posible exposición inadecuada al sol. Además, a partir de esa edad, el colágeno empieza a reducirse a un ritmo anual del 1% aproximadamente y comienza a disminuir la presencia de elastina y ácido hialurónico, lo que acaba desequilibrando al tejido cutáneo.
La piel del rostro muestra externamente los síntomas de este proceso a través de las características arrugas que suelen aparecer en la frente, en el contorno de los ojos las conocidas como “patas de gallo”), en forma de pliegues entre la nariz y la boca y, más adelante, por toda la cara, especialmente bajo la zona ocular. Estos surcos son parte natural del proceso de envejecimiento, pero pueden aparecer antes de tiempo debido a factores como:
- Falta de protección durante la exposición solar: provoca daños en el colágeno, haciendo que la piel se debilite y pierda elasticidad. Es entonces cuando aparecen signos externos de envejecimiento prematuro como las arrugas o las manchas, entre otros.
- Tabaquismo: contribuye al deterioro de la piel del rostro provoca que las arrugas tengan una mayor profundidad. La razón es que este hábito altera el flujo sanguíneo arterial de la piel lo que dificulta la llegada de oxígeno y nutrientes al tejido cutáneo, el colágeno y las células. Además, la nicotina disminuye la actividad, capacidad de migración, proliferación y remodelación de las células cutáneas.
- Sequedad: el paso de los años afecta a la hidratación de la piel que va perdiendo humedad con el tiempo. Este factor provoca, además de arrugas, picor, aspereza, cuarteado y descamación del cutis.
La pérdida de densidad es otro síntoma característico de una piel envejecida. Dicha pérdida se debe a cambios hormonales y al propio deterioro cronológico, que afecta a su estructura. Esta es la razón por la que las pieles maduras aparezcan más apagadas, finas, con poca elasticidad y tendencia a descolgarse, lo que origina la aparición de arrugas más profundas. En el caso de la mujer, la falta de densidad se da especialmente durante la menopausia, ya que está asociada a la edad y los cambios hormonales.
Ante la aparición de estos síntomas de envejecimiento, es necesario actuar con soluciones de calidad que ataquen el problema eficazmente. Combatir los primeros signos de deterioro es fácil gracias a la línea regeneradora de Endocare. Por otro lado, la línea Endocare Cellage, fruto de un avanzado proceso de I+D, permite revertir la acción del envejecimiento con un potente efecto redensificante y antiarrugas gracias a su acción, en la dermis, sobre sus componentes y células. Para tratar a fondo la falta de firmeza y pérdida de densidad, lo más recomendable es la línea Endocare Cellage Firming que incrementa la firmeza y elasticidad de la piel envejecida, contribuye a redefinir el óvalo facial y proporciona un efecto relleno de arrugas al centrarse en el origen del envejecimiento: la pérdida de colágeno.
Pérdida de firmeza y elasticidad
El envejecimiento cutáneo provoca que la piel aparezca flácida debido a la disminución progresiva del colágeno, la elastina y el ácido hialurónico. Como ocurre con las arrugas y la pérdida de la densidad cutánea, estos signos de la edad forman parte de un proceso natural que puede verse agravado por malos hábitos, como el tabaquismo y un exceso de sol sin protección.
Otras causas que afectan a la elasticidad de la piel son las pérdidas bruscas de peso y los cambios hormonales en las mujeres con síntomas de menopausia. Además, la genética es un factor importante a la hora de evaluar la salud cutánea según los tipos de piel. Las personas de piel muy blanca y ojos claros suelen sufrir más el paso de los años, al contrario de las de piel oscura que juegan con ventaja ya que, por ejemplo, pueden exponerse al sol sin notar tanto sus efectos negativos.
Para luchar contra la pérdida de firmeza y elasticidad, hay que protegerse de la acción solar, hacer ejercicio, llevar una dieta saludable, evitar el tabaco y el alcohol y utilizar productos que traten a fondo sus síntomas. Endocare Cellage Firming s la mejor opción para combatir la flacidez y redefinir el óvalo de la cara. Y si lo que se quiere es actuar contra el fotoenvejecimiento, la solución es la línea Endocare Tensage que aporta un efecto tensor en la piel, devolviéndole su elasticidad y firmeza.
Falta de luminosidad
Un síntoma característico del proceso de envejecimiento es que la piel aparece más apagada. Esto se debe a la reducción de la producción de grasa en las glándulas sebáceas, el descenso de la actividad de las glándulas sudoríparas y la disminución de la vascularización en las capas de la dermis. Un rostro poco luminoso es una de las señales clásicas de una piel envejecida, pero también de unos hábitos poco adecuados. Beber agua con regularidad para mantener el nivel de hidratación, hacer ejercicio y dormir las horas que se necesiten, son fundamentales para lucir un aspecto más fresco y radiante.
Los hábitos saludables deben ir acompañados del uso de productos que ayuden a mantener la luminosidad de la piel, como los que forman parte de la línea Endocare Radiance, que incorpora EDAFENCE®, la única tecnología patentada antipolución. Para prevenir la falta de hidratación, la mejor opción es la línea Endocare Hydractive que refuerza la barrera cutánea y restablece el bienestar de la piel. De esta forma, la piel del rostro, más allá de la edad, reflejará un estilo de vida saludable apoyado por el uso de productos de calidad que garantizan la salud cutánea y retrasan los síntomas del envejecimiento.