¿Cómo cuidar el pelo en verano?

La Dra. Claudia Bernárdez, especialista en dermatología y tricología y experta en trasplante capilar, nos da las claves para cuidar de nuestro pelo durante todo el año, aunque especialmente en verano.

Tener un pelo sano, ¿es posible?

El pelo, una vez sale del cuero cabelludo, es una estructura formada por células muertas. Para que el pelo esté sano necesitamos llevar a cabo fundamentalmente dos medidas: cuidar la raíz donde se forma el pelo y proteger el pelo de agresiones externas una vez ya está fuera.

Sigue una rutina capilar

Para cuidar la raíz debemos llevar una vida lo más sana posible. Si notamos un exceso de caída o falta de pelo en alguna zona, tenemos que acudir a un especialista para que descarte una posible enfermedad de la raíz del pelo que hubiera que tratar.

El pelo de fuera del cuero cabelludo se debe cuidar de agresiones y mimar a lo largo de todo el año para evitar que pierda brillo, se reseque y se pueda romper con más facilidad. Para ello, debemos seguir una rutina de cuidado capilar parecida a la de cuidado de la piel. Esta tiene adaptarse a cada persona y debe hacerse de forma mantenida para conseguir resultados.

Debemos cuidar la raíz y proteger el pelo de agresiones externas.

Tratamiento para el pelo

En consulta se pueden utilizar tratamientos médicos para todas aquellas enfermedades de la raíz del pelo que hagan que este se forme de manera incorrecta o se caiga (dando lugar a alopecias). Sin embargo, también podemos tratar el pelo sano para que crezca más fuerte y tenga mejor aspecto. Algunos de los tratamientos más usados son el plasma rico en plaquetas y las mesoterapias de estimulación, aunque existen muchos otros.

Nutricosmética para el pelo

Los nutricosméticos (aquellos que se toman por vía oral) pueden ayudar a que el pelo crezca correctamente (cuando no hay enfermedades), al brindarle todos los nutrientes que necesita y así evitar un mal crecimiento por falta de alguno de ellos. Las sustancias que hoy en día se consideran más efectivas son los antioxidantes, las vitaminas los y minerales. En verano, además, es muy efectivo el uso de nutricosméticos que ayudan a proteger la piel del sol, ya que también evitan el daño solar en la raíz del pelo.

Los nutricosméticos ayudan a que el pelo crezca correctamente.

Cosméticos para el cabello

En cuanto a la aplicación de cosméticos tópicos, es importante identificar las necesidades de cada persona para adecuar los cuidados. Aquellas con el cuero cabelludo graso o descamativo deben cuidarlo específicamente para permitir un correcto crecimiento del pelo (importante utilizar champús para dermatitis seborreica). Por otra parte, las personas con el pelo seco o dañado lo que deben priorizar es la hidratación, engrasar la fibra capilar para proteger la cutícula. Así, es importante adaptar la rutina capilar al tipo de cabello de cada persona.

Cuidado del cabello

En verano estamos expuestos a más agresiones externas, tal y como el sol, el agua salada o el cloro. Por eso, debemos potenciar el cuidado del cabello. Hay que lavarlo con frecuencia, sobre todo después de los baños en playas o piscinas, con el fin de evitar que se adhieran sustancias que puedan dañar la fibra capilar e incluso cambiar su color. Además, debemos potenciar el cuidado de la cutícula a través de la hidratación para evitar que esas agresiones externas dañen y penetren más profundamente la fibra capilar, llevando a un aumento del riesgo de rotura.

En verano es importante cuidar la cutícula capilar a través de una alta hidratación y lavados regulares, además de disminuyendo el uso de planchas y secadores.

Proteger el pelo del sol

Evitar el sol directo sobre el pelo y utilizar protectores físicos (como sombreros o pañuelos, por ejemplo) es esencial para asegurar nuestra salud capilar. Asimismo, como el propio verano ya es dañino para el pelo, es importante evitar más agresiones disminuyendo el uso de planchas y secadores dentro de lo posible.

A modo resumen, estos son mis tres consejos para tener un pelo sano:

– Cuida el pelo todo el año para que llegue al verano en buena forma.

– Protégelo del sol todo lo posible para evitar que la radiación rompa los enlaces y lo debilite.

– Cuídalo más que nunca durante el verano, ya que es cuando más lo agredimos.

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