Qué es la rosácea y cómo evitar sus síntomas
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de origen multifactorial que afecta principalmente a la piel de la cara. Entre sus signos destacan el enrojecimiento, eritema, ardor e incluso la aparición de pápulas y pústulas. Se puede dar tanto en hombres como en mujeres, aunque son ellas las más propensas a padecerla, sobre todo las mujeres de mediana edad con la piel clara.
Signos de la rosácea
La rosácea es una patología muy común que se clasifica en diferentes subtipos en función de la gravedad. Los signos y síntomas varían en los diferentes niveles:
- Enrojecimiento frecuente de la cara y rubor facial: sobre todo, en la zona de las mejillas, la nariz y la frente.
- Piel con mayor reactividad: La rosácea puede provocar la aparición de granitos en la cara además de sensación de quemazón y escozor.
En el desarrollo de la rosácea intervienen múltiples factores: desde la predisposición genética o la dieta hasta el estrés o los efectos nocivos del sol.
Además, en niveles más graves de la enfermedad, también pueden producirse:
- Fimas: Con el paso del tiempo, la piel puede engrosarse y adquirir un aspecto bulboso, esto ocurre principalmente en la nariz y se conoce como rinofima (aunque también puede ocurrir en la frente, los pómulos, el mentón o los párpados). Este signo es más habitual en hombres que en mujeres.
- Problemas oculares: las personas con rosácea pueden tener los ojos secos o irritados y los párpados hinchados o enrojecidos. Incluso, a veces, estos síntomas pueden derivar en problemas de visión. Esta afección se denomina rosácea ocular.
Causas de la rosácea
En el desarrollo de la rosácea intervienen múltiples factores, tanto internos como externos. Algunas de las razones por las que esta afección puede manifestarse o empeorar sus síntomas son las siguientes:
- Predisposición genética: es habitual que las personas con rosácea tengan antecedentes familiares con esta condición.
- Alimentación: los platos copiosos, los alimentos azucarados o picantes o el consumo de alcohol, té o café, elevan la temperatura del cuerpo y estimulan la vasodilatación, lo que puede desencadenar o empeorar los signos de la rosácea.
- Fuertes cambios de temperatura o temperaturas extremas: el enrojecimiento de las pieles con rosácea empeora con el frío. Las bajas temperaturas provocan un aumento de la vasodilatación de los capilares cutáneos para aportar más sangre y así mantener la temperatura de la piel. Respecto a los cambios bruscos de temperatura, pasar de frío a calor puede ocasionar una vasodilatación aguda de la piel, que se traduce en enrojecimiento, sofoco e incluso escozor.
- Estrés: una situación de nervios o ansiedad puede provocar que el flujo sanguíneo se incremente de forma brusca, provocando el enrojecimiento de la piel.
- Exposición al sol: los pequeños vasos sanguíneos, responsables del enrojecimiento de la cara, se dilatan con la exposición solar y se hacen más visibles, lo que empeora el aspecto de la rosácea.
Hábitos y rutinas
Ante la aparición de los primeros signos, es conveniente acudir al dermatólogo para que pueda realizar un correcto diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado a cada necesidad. Además de seguir las pautas del especialista, es importante llevar a cabo esta serie de hábitos y rutinas para prevenir los brotes:
- Evitar los factores que empeoren los síntomas: estrés, alcohol, exposiciones inadecuadas al sol, etc.
- Llevar a cabo rutinas de limpieza e hidratación de la piel adecuadas, utilizando productos cosméticos específicos para las pieles con rosácea.
- Usar fotoprotección todos los días: utilizar siempre un protector solar de amplio espectro con un SPF alto, a partir de 50. La fotoprotección es indispensable incluso en espacios interiores, para proteger a la piel del efecto nocivo de la luz azul procedente de las pantallas de los dispositivos electrónicos.
Para combatir la rosácea, es recomendable combinar fotoprotección tópica y oral con ingredientes activos que protejan a las células.
Fotoprotección y rosácea
La exposición solar suele ser el desencadenante más frecuente del brote de rosácea. La radiación solar induce inflamación de los vasos sanguíneos y daño oxidativo. Además de las consecuencias visibles como el eritema o quemadura solar, una exposición inadecuada a la radiación solar también puede provocar daños en las células de nuestra piel que no se pueden ver. En consecuencia, el sistema inmune de la piel se puede ver debilitado y sus mecanismos de defensa saturados.
Dentro de HELIOCARE Oral, las cápsulas de HELIOCARE 360º D Plus, son adecuadas para pieles sensibles, claras o alérgicas al sol.
Otro de nuestros productos, de la gama HELIOCARE, y que te aportará una alta fotoprotección si tu piel es sensible y tiene tendencia al enrojecimiento o a la aparición de manchas rojas es Heliocare 360º MD A-R Emulsión SPF 50+, un producto que cuenta con un sistema mitigador de rojeces y complejo unificador del tono, aporta una textura ligera de fácil aplicación que difumina rojeces y deja un acabado suave y sedoso.
Además, Heliocare 360º MD A-R Emulsion SPF 50+ está enriquecido con Fernblock® que ofrece una protección frente a las cuatro radicaciones y a la luz azul. Con el exclusivo Sistema Antirojeces, dirigido a proteger los factores desencadenantes de la aparición de rojeces en pieles sensibles y con ingredientes que ayudan a unificar el tono de la piel difuminando las rojeces.
¿Cómo tratar la rosácea? por Tomás Muret y Rosalía Gozalo
La Vocalía Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos junto con Medicina TV y con la colaboración de Cantabria Labs han puesto en marcha un nuevo canal audiovisual con videoconsejos sanitarios centrado en el ámbito de la Dermofarmacia.
Este videoconsejo sanitario impartido por los farmacéuticos Tomás Muret y Rosalía Gozalo, expertos en Dermofarmacia, trata sobre la rosácea. En él se indican las causas y se dan consejos para prevenir este tipo de alteración crónica de la piel que afecta a la cara produciendo enrojecimiento.
“Cómo combatir la rosácea”, por la dermatóloga Natalia Jiménez
La dermatóloga Natalia Jiménez se pone en la piel de las personas con rosácea para explicarnos qué es y cómo combatirla.