¿Qué es la deshidratación y cuáles son sus principales síntomas?
La deshidratación puede entenderse como la afección ocasionada a raíz de la excesiva pérdida de líquidos. La llegada de las altas temperaturas nos anima a pasar más tiempo al aire libre, ya sea tomando el sol, caminando o realizando algún tipo de deporte. Todas estas actividades coinciden en algunos puntos, siendo algunos de ellos la deshidratación y la exposición a las radiaciones solares.
El consumo de agua suele ser bastante limitado en nuestra rutina diaria, posiblemente porque no tenemos en cuenta su importancia. Lo aconsejable es beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día, incluida la que contienen los alimentos. Sin embargo, su consumo es reducido cuando no tenemos sed. Es necesario tener en cuenta que la sed es la voz de alarma que utiliza el organismo cuando este necesita agua, siendo lo recomendable no llegar hasta dicho extremo. La importancia de la hidratación en el deporte es fundamental, siendo necesario ingerir aún más cantidad de líquido durante dichas prácticas.
Síntomas de la deshidratación. ¿Cómo se manifiesta la falta de líquidos en el organismo?
Si todavía no conoces cuáles son los síntomas de la deshidratación, a continuación, mencionaremos alguna de las principales consecuencias que esta tiene en nuestro organismo:
- Irritabilidad
- Mareos y náuseas
- Dolores de cabeza
- Sequedad de la piel
- Pérdida de peso
- Sed extrema
- Fiebre y desorientación
¿Cuáles son las principales causas de la deshidratación?
Existen muchas causas por las que la deshidratación aparece. A continuación, mencionaremos brevemente cuáles son los principales motivos por los que se produce la falta de líquidos en nuestro organismo.
- Altas temperaturas
- Sequedad ambiental
- Práctica del ejercicio físico
- Comidas copiosas
- Consumo de alcohol
- Algunas dietas
- Medicamentos
También hay que tener en cuenta otros muchos factores, tales como, las circunstancias y edad de cada paciente. Por ejemplo, los niños deben consumir proporcionalmente una mayor cantidad de líquidos. Por su parte, las mujeres embarazadas tienen, también, que aumentar la ingesta de agua a lo largo de todo el proceso, así como durante el período de lactancia. En cuanto a las personas mayores, muchas veces experimentan alteraciones en el mecanismo termorregulador, por lo que deben beber agua de forma constante.
Tipos de deshidratación. ¿Qué tipos existen?
Conocer cuál es el tipo de deshidratación que se está produciendo en nuestro organismo es fundamental para saber cuáles son los líquidos que le hacen falta. Los tres tipos de deshidratación más relevantes que debemos conocer son los siguientes:
- Deshidratación hipertónica. La deshidratación hipertónica se caracteriza por una mayor pérdida de agua que de sales minerales. Los síntomas son muy similares a los que presentan el resto de las deshidrataciones (fiebre, sed intensa, irritabilidad, etc.) y es más común en niños y personas mayores.
- Deshidratación isotónica. La pérdida de agua es prácticamente la misma que la del resto de líquidos. Algunos de sus síntomas se presentan en forma de ojos cansados, ojeras o disminución de turgencia de la piel.
- Deshidratación hipotónica. En este caso se pierden más sales minerales que agua. Suele ser común en deportistas que practican la actividad en condiciones atmosféricas extremas o en trabajadores que desempeñan sus tareas en ambientes demasiado cálidos, entre otros. La solución es la de ingerir bebidas ricas en sales minerales con el objetivo de recuperar el líquido perdido.
¿Qué debemos hacer ante la falta de agua?
Para tratar la deshidratación y falta de líquidos, además de beber agua, será necesario optar por consumir bebidas ricas en sales minerales y azúcares a temperaturas apropiadas con el fin de no sufrir daños gastrointestinales. El consumo de frutas y verduras también ayuda a mantener un nivel adecuado de hidratación.
Tanto si sueles practicar ejercicio con asiduidad, como si eres de las personas que aprovechan el sol para realizar la práctica deportiva al aire libre, ten en cuenta la importancia que tiene la correcta hidratación. Si sigues estos sencillos consejos, evitarás los riesgos que conlleva la deshidratación y podrás disfrutar sin preocupaciones tanto del verano, como de la actividad física.